Capusa

La Capusa es un demonio con apariencia de ave humanoide que ronda por los cerros y playas de Lima, capital de Perú. Es conocida por su capacidad para cambiar de apariencia. Se dice que rapta niños, y se vale de esta habilidad para convertirse en la persona en la que estos más confían. Luego son llevados a su guarida para nunca más ser vistos por sus padres y seres queridos.

No existe demasiada información sobre la Capusa, pero en las regiones más alejadas todavía se le teme, tanto que los menores son instruidos para reconocerla y poder huir de ella, evitando su rapto.

Esto es lo que se sabe:

La Capusa anuncia su llegada con un cúmulo de nubes negras, como de tormenta. Con la peculiaridad de que la nube luce tóxica, y la acompaña un hedor poco natural. Dicho fenómeno podría ser suficiente para que el sentido común de cualquier persona lo invite a huir, pero cuando sale de su nube, su apariencia es la de alguien a quien el infante quiere mucho, a quien confiaría tu vida (la madre, usualmente). Es en este instante en el que el niño o niña deberá dirigir su mirada a los pies de aquella persona. Y es que la Capusa no es lo bastante diestra para completar su transformación, conservando siempre sus pies parecidos a los de un buitre.

Aunque se dice que el fin llega para los raptados por la Capusa. Esto no es del todo cierto. Pues esta no devora a sus víctimas, solo la conserva como sirvientas, criando su ganado de cuyes negros. Las leyendas que hablan de avistamientos de niños anteriormente raptados por este ser nunca hacen mención a desnutrición o maltrato físico. Por el contrario, estos lucen prendas preciosas, con detalles que recuerdan a un arcoíris, y siempre están protegidos por un par de golems de roca blanca.

El verdadero problema surge cuando los niños son recuperados.

Los niños que son alejados de la Capusa intentan por todos los medios volver a ella. Sus mentes son moldeadas al punto de no reconocer a los seres queridos que dejaron atrás. Este efecto es irreversible, salvo por la intervención de un ritual en el que el maíz de Carhuacocha (Huanuco) es el principal utensilio a usar. Sin embargo, si esto no es efectuado de inmediato, el niño morirá, no sabiéndose si es debido a la angustia o a algún efecto de la Capusa.